Novozymes lanzó su nueva estrategia para el 2025: desbloquear el crecimiento impulsado por la biotecnología. Para ello, se afianzó en tres pilares: evolucionar en su actividad principal, expandir las áreas de BioHealth y Nutrición Humana y explotar nuevas oportunidades de crecimiento.
La captura de carbono es un área con gran potencial y la compañía danesa está cumpliendo con su promesa de explorar ese segmento a través de una asociación con Saipem, una plataforma de tecnológica y de ingeniería avanzada para el diseño, la construcción y operación de infraestructuras y plantas complejas, seguras y sostenibles.
Ambas empresas han firmado un acuerdo de colaboración para desarrollar soluciones para la captura de carbono enzimático, una alternativa biológica y rentable a la captura tradicional. La ambición es llevar al mercado procesos avanzados de captura de carbono basados en enzimas.
“Esta colaboración es un paso importante hacia soluciones sostenibles e innovadoras para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Como parte de nuestra estrategia, Novozymes se compromete a ofrecer soluciones biológicas que permitan un planeta más saludable y nuestra colaboración con Saipem nos ayuda a cumplir nuestra ambición de explorar nuevas oportunidades de crecimiento mientras aceleramos la batalla contra el cambio climático“, dice Amy Byrick, vicepresidenta ejecutiva de Estrategia y Transformación empresarial en Novozymes.
Saipem, que está comprometida con la transición del sector energético, ha desarrollado una tecnología de captura de carbono basada en enzimas, que ambas compañías trabajarán juntas para mejorar. Saipem proporcionará el proceso, la mecánica y el diseño de equipos, mientras que Novozymes suministrará enzimas a la base de clientes de Saipem y optimizará aún más el proceso de innovación de las enzimas.
Crear una herramienta indispensable y energéticamente rentable
Las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono pueden capturar más del 90 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas y las instalaciones industriales y se consideran una herramienta indispensable para descarbonizar el sector industrial.
Mientras que los procesos tradicionales se basan en aminas, la captura enzimática de carbono utiliza carbonatos y componentes biológicos en forma de enzimas para extraer dióxido de carbono y lo hace a temperaturas más bajas. Esto tiene el potencial de reducir significativamente el uso químico y energético del proceso de captura del carbono. Al mismo tiempo, el uso de enzimas en lugar de aminas elimina la necesidad de limpiar las aguas residuales, ya que las enzimas no dejan residuos.
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas respalda la captura de carbono como una solución clave necesaria para limitar el cambio climático. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono pueden cubrir el 12% de las reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero necesarias para 2050 para que el sector energético logre cero emisiones netas para 2070. Se espera que la capacidad de captura supere 1 gigatonelada dióxido para 2030 y aumente a 5,6 gigatoneladas para 2050, según estimaciones de la IEA.
Hechos
- La captura enzimática de carbono utiliza una solución de carbonatos y la enzima anhidrasa carbónica.
- La anhidrasa carbónica es una enzima natural activa en el pulmón humano y en todos los organismos vivos. Es responsable de la conversión entre dióxido de carbono (CO2) y bicarbonato (HCO3 ) cuando los organismos vivos respiran.
Los carbonatos están presentes en el agua corriente y, junto con el calcio y el magnesio, son los que determinan la dureza del agua.