Basándose en la fuerte demanda de sus nuevos vehículos eléctricos (VE), Ford anunció una serie de iniciativas para obtener mayor capacidad de producción de baterías y sus materias primas, que respaldan su objetivo de producir a un ritmo anual de 600.000 VE para finales de 2023 y más de 2 millones a finales de 2026.
La compañía detalló los volúmenes de su cartera global de vehículos que respaldan estos objetivos de producción como parte de su plan Ford+. Ford espera que la tasa de crecimiento anual compuesta de los vehículos eléctricos supere el 90% hasta 2026, más del doble del crecimiento previsto de la industria global.
“La nueva línea de vehículos eléctricos de Ford ha generado un gran entusiasmo y demanda, y ahora estamos implementando el sistema industrial para escalar rápidamente”, dijo Jim Farley, presidente y director ejecutivo de Ford y presidente de Ford Model e. “Nuestro equipo de Model e se ha movido con velocidad, enfoque y creatividad para asegurar la capacidad de baterías y las materias primas que necesitamos para ofrecer vehículos eléctricos innovadores para millones de clientes”.
Ford planea invertir más de 50 mil millones de dólares en vehículos eléctricos hasta 2026. Además, desarrolla una nueva cadena de suministros de vehículos eléctricos que mantiene sus compromisos con la sustentabilidad, y sostiene el objetivo previamente anunciado de que más de la mitad de su producción global sean vehículos eléctricos para 2030, y lograr la neutralidad de carbono a nivel mundial, a más tardar, en 2050.
Ford está incorporando la tecnología de celdas de fosfato de hierro y litio (LFP) a su cartera, que se suma a la de manganeso de cobalto de níquel (NCM) existente. Esto permite aún más capacidad para los populares y demandados nuevos productos, como el Mustang Mach-E o la F-150 Lightning, y proporciona a los clientes muchos años de funcionamiento con una pérdida mínima del rango de uso a lo largo del tiempo. También reduce la dependencia de minerales escasos como el níquel y, a los niveles actuales, genera un ahorro de costo de materiales del 10 al 15 % en comparación con las baterías NCM.