Reinventando la industria gráfica

La Fundación Gutenberg presenta su nueva comisión directiva con un foco educativo más inclusivo, apuntando a generar impacto y una transformación positiva en la industria.

En 1907 nace la Fundación Gutenberg. Primero, creada por el sindicato gráfico, luego
administrada por la cámara gráfica y en contacto directo con el sector empresarial.
Desde aquel momento hasta la fecha, la fundación tiene una relación estrecha con
FAIGA, Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines, donde se consolida el
proyecto de educación bajo la administración de los empresarios gráficos, y, como
toda industria, tuvo ciclos positivos y negativos.

Actualmente, en un contexto de cambios, el Presidente de FAIGA, Mario Medoro,
propone a Martín Espósito –hijo de tercera generación de industria gráfica– para que
asuma la presidencia de la fundación. “Para aceptar, planteé que pudiéramos hacer
algo diferente”, explica Espósito. Así comenzó a llamar a diferentes miembros para
gestionar un cambio en la institución y formar una nueva comisión directiva.
En esta oportunidad, junto con Leonardo Del Rosso y Federico Tenconi –ambos
miembros del consejo de la fundación y segunda y cuarta generación de industria
gráfica, respectivamente– nos cuentan los nuevos cambios que tienen pensados para
la Fundación Gutenberg.

En primer lugar, ¿cómo fue el inicio del cambio?

M.E.: Empezamos a transmitir entre nosotros las ideas que teníamos para reconstruir
la fundación; cómo relanzar el instituto y trabajar en hacer algo diferente, con
perspectivas de aportar desde otro lugar, con una mesa de trabajo más amplia y más
joven. A nivel generacional, también estamos movilizados por lo que sucede en el
mundo, donde están cada vez están más presentes temas de desigualdad, de
sustentabilidad, de falta de acceso al agua, a la salud y a la educación. Tenemos una
necesidad de aportar, y en esta nueva mesa directiva todos queremos generar valor
agregado y ver de ese esfuerzo. Por ejemplo, de los 17 ODS, tal vez nosotros
podamos trabajar en la inclusión. Coincidimos en que la educación te nivela para
generar el espacio de acceso y estar incluido en un sistema. A aquel que no está
educado el sistema lo expulsa, así empezamos a tener estos vínculos con estos
desafíos, que se están dando a nivel global, donde pretendemos aportar nuestro
granito de arena para hacer la diferencia.

F.T.: En esta visión, buscamos adecuar nuestros contenidos para que los empleados
puedan crecer. En mi experiencia, no costó involucrarse, ya que es parte del trabajo.
Un espacio para capacitar termina siendo más rentable en el mundo empresarial,
porque lo más importante que tienen las empresas son las personas. La capacitación
hace la diferencia, forma, da posibilidades, abre la cabeza, da herramientas, permite
salir del pensamiento de la empresa, encontrarse con otros. Involucrarse es parte del
trabajo, porque podemos lograr una sinergia muy importante para las compañías.

L.D.R.: La fundación tiene mucha historia en educación, principalmente en diseño
gráfico. Desde que nos convocó Martín, estamos pensando proyectos nuevos,
sabiendo la historia y buscando la manera de colocar la fundación en el lugar que
corresponde.

¿Cuáles son los nuevos pilares en los que están trabajando?

M.E.: Son tres. El primero es ser más federales, porque nuestra industria está en todo
el país. Nuestro gremio alcanza a todos los pueblos, por lo tanto, tenemos que
federalizar, llegar con el conocimiento a todos los espacios. Eso va acompañado del
segundo pilar: digitalización y tecnología. Debemos reconvertir la fundación en un
instituto educativo que tenga más alcance digital, es decir, tenemos que trabajar con el
uso de la tecnología para llegar mejor, más rápido, más flexibles y adaptados a las
necesidades de cada uno en los distintos puntos del país o del exterior. Asimismo,
complementar lo que nosotros creemos que es el avance del mundo gráfico. Hoy
hemos salido del pasaje de artes gráficas a un modelo más amplio. Hoy comunicamos
a través de distintas maneras, por ejemplo, los medios digitales para nosotros son
considerados medios gráficos, ya que se diseñan, tienen soporte gráfico, contacto con
nuestro mundo a través del diseño web. El espectro se amplió muchísimo.

El otro pilar está relacionado con lo que somos: industria de industria. Tenemos que encontrar el camino para educar a nuestro sector en todas las temáticas relacionadas con
empresarios, porque antes que ser gráficos, somos pymes, y como tales tenemos
necesidades de capacitación que hoy generalmente estamos buscando por fuera de la
fundación, enmarcadas en un concepto educativo en general: se compra un paquete
genérico y no dirigido a empresas gráficas con toda su lógica de empresa familiar.
Queremos ser referentes, capacitar operarios, especialistas, mandos medios de
distintos sectores y también vendedores, para que puedan comunicarse con grandes
empresas o con el área de Marketing.

Desde esta nueva perspectiva, ¿qué es la sustentabilidad para la fundación?

M.E.: Es una temática compleja. En nuestro mercado educativo, ser sustentable
es poder ofrecer al mercado capacitación, conocimiento y desarrollo intelectual, con el
objetivo de nutrir a las personas para que desarrollen el conocimiento técnico, no solo
conceptual, sino que sea de aplicación. Por lo tanto, está vinculado con el desarrollo
de capacidades de nuestra comunidad. Todo aquello que alcancemos con nuestro
sistema educativo, lo haremos más sustentable, producto del conocimiento.
En esta línea, ¿cómo puede colaborar la industria gráfica en temas de
sustentabilidad?

F.T.: En nuestro caso, hay un avance desde el lado de la educación. La fundación tiene
una posibilidad actual de brindar certificación, cuenta con profesionales y hay espacio
para crecer y mejorar, tanto de manera interna como dentro de cada empresa.

M.E.: Nosotros no tenemos injerencia directa, pero cuando tenés conocimiento podés
poner en valor ciertas características que te pueden ayudar a tomar una mejor
decisión. Por ejemplo, tomando en cuenta la eficiencia energética y las mejoras del
consumo de determinada máquina, es posible elegir mejor y colaborar con el
ambiente. Desde nuestro sector, a través de la educación, se pueden tomar mejores
decisiones vinculadas al triple impacto. Por otro lado, en la fundación tenemos una
división de OCP que es de certificación. En este sentido, el hecho de conocer las
normas te lleva a cumplir con la ley, pero si no sos idóneo o no estás capacitado, no
podés cumplir.

Con todos los cambios tecnológicos y mayor digitalización, ¿hacia dónde va la
industria?

M.E.: Hoy en día el mundo gráfico está discutiendo cuánto se va a retraer producto de
la tecnología. En el ámbito comercial, nuestros colegas están asustados con la
masividad que logró la digitalización de la publicidad, ya sea por correo electronico o redes sociales.

Antes eso era folletería… Aunque algunos productos desaparecieron, al mismo tiempo
aparecieron otros. Así, no creemos que la tecnología vino a reemplazar al mundo
gráfico, sino a complementarlo. Claramente, se tiene que dar un reajuste y un
reacomodamiento, y ahí es donde debemos estar. Hay que considerar a la tecnología
como una aliada y meterse para comprender qué sucede, dado que puede introducirse
en cada una de nuestras industrias. Además, las personas todo el día interactúan con
productos gráficos: un sobrecito de azúcar, un papel de decoración de la pared y un
piso cerámico, por ejemplo. Hasta el contenido de YouTube es gráfico, pero está
digitalizado y llevado a través de una red social, que se encuentra pensada y
diseñada. Nosotros debemos darnos cuenta de que tenemos un contacto con el
mundo no gráfico muy fuerte y generar esa exposición, mostrar que de acá nace
mucho de lo que nosotros consumimos, hacemos, comunicamos, producimos,
reproducimos.

F.T.: Estamos en todos lados, y más que el susto de que nos van a reemplazar, lo
importante es ir comprendiendo qué es lo que sucede y ver cómo se amalgama con lo
que tenemos y cómo se convierte lo que no nos sirve.

¿Cómo se incorporan estos cambios a nivel educativo?

L.D.R.: El proyecto nuestro es un cambio radical. Está comprobado que las carreras
largas son menos convocantes y las personas quieren tener la carrera en otros
medios, entonces dentro de nuestra propuesta, queremos ofrecer microcursos a
medida, determinados y cortos. Una capacitación constante que haga que quieras
seguir capacitándote.

F.T.: Estamos en diálogo con empresas y alumnos para ver cuáles son las
necesidades que tenemos que paliar. Este formato de cursos cortos viene a satisfacer
esta necesidad de tener una capacitación inmediata, puntual, sobre un tema
determinado, y a su vez de la mano de la tecnología va a permitir solucionar
necesidades geográficas o temporales. Ahí la tecnología, en vez de ser una amenaza,
termina siendo una herramienta que brinda una solución.

M.E.: Hoy las empresas y las personas solicitan capacitación dinámica a demanda,
cuando pueden y tienen tiempo. Además requieren que sea de rápida aplicación, para
que la persona sienta que esas inversiones en tiempo y esfuerzo las puede
instrumentar rápidamente. Así, el retorno de esa inversión es también más rápido y
dinámico. Todo esto está presente en cómo va a ser el futuro de nuestra educación y
cómo hacemos para generar un producto educativo mejor. Hoy los institutos
educativos que entendieron la dinámica del cambio tuvieron que desarrollar su propio

mercado, su propio sistema educativo. El desafío es fuerte y muy importante, porque
necesitamos el acompañamiento de todas las personas que hacen Fundación
Gutenberg, que todos acompañen y entiendan el proyecto educativo que queremos
presentar. Tenemos que trabajar con nuestro capital humano en rediseñar y construir
juntos, discutir cuáles son los mejores escenarios, las mejores propuestas. Nosotros
podemos venir con ideas, pero los idóneos son los docentes.

Además de la educación, ¿cuáles son sus principales desafíos?

M.E.: Estamos trabajando a la par en dos aspectos: por un lado, nuestra prioridad es
poner a la institución en una situación de sustentabilidad económica. En este punto,
estamos agradecidos del apoyo que nos han brindado los patrocinadores y las empresas del
gremio a los que les presentamos el proyecto, que fue muy bien recibido. Al mismo
tiempo estamos trabajando en lo que va a venir. También el desafío está en el hacer,
en cubrir la responsabilidad de hacer y de trasladar la idea a la acción. Hay que
generar un sistema de planificación y concreción con retroalimentación. Eso nos
brindará la posibilidad de testear las ideas; si son exitosas, materializarlas; y si no,
eliminarlas. Tenemos que lograr que esa fluidez de intercambio de ideas, de trabajo y
de pasión, se dé lo más rápido y mejor posible.

En el marco de la pandemia por COVID-19, ¿qué acciones comenzó a
realizar Fundación Gutenberg?

Lo primero que hicimos, antes de que se decretara la cuarentena, fue
extremar la limpieza y la desinfección, aplicamos el distanciamiento y
colocamos alcohol en gel al alcance de todos. También sumamos señalética
con instrucción sobre el COVID-19 y recomendaciones de cuidado e higiene.
En este marco, entendimos que íbamos a ir a cuarentana en algún
momento, por lo que empezamos a pensar el trabajo desde casa y la educación a
distancia, con objetivos claros y roles designados.

Llevamos todas las carreras y algunos de los cursos presenciales a
distancia y adquirimos una plataforma más potente que nos permite tener
conectados en sala de reunión en vivo hasta 200 asistentes. Ya contábamos
con Google Suite, que nos da acceso a Google Classromm y Meet, por lo que
logramos que comenzaran las clases en ambas carreras, Gestión de los
Procesos Gráficos y Digitales, y Diseño Gráfico y Digital. Con sus dificultades,
sobre todo, por los problemas de conectividad de los alumnos, pero
arrancamos, que fue lo más importante. En estos momentos es crucial
mantener el vínculo cercano con alumnos y docentes, y eso hicimos.
Respecto a los cursos de formación profesional, aumentamos en tiempo
récord la oferta de 6 a 15 cursos a distancia, y estamos pensando en tener,
escaladamente, 60 o más. El objetivo es seguir estando cerca, de otro modo,
pero cerca.

¿Cómo se vio modificada su actividad habitual?

En un 100 por ciento. Todo lo que estábamos acostumbrados a hacer se
vio modificado. Sin embargo, fue un cambio muy positivo y que Gutenberg
necesitaba. El trabajo desde casa generó mucho trabajo en equipo, y esto nos permitió
avanzar e innovar en plena pandemia. Nos empujó a ir aún más a la
digitalización, uno de los pilares fundamentales de esta nueva gestión.
Muchas actividades son más complejas, sobre todo las administrativas,
pero cada uno fue encontrando el modo de lograrlo, y eso es lo que más
valoramos. Porque todos están cumpliendo con sus tareas desde sus casas o
apoyando a otras áreas. Nos estamos manteniendo muy cerca de nuestros
colaboradores, apoyándolos en otras cuestiones, porque el encierro es muy
delicado.

Quizá lo más complejo es el vínculo con los alumnos de las carreras,
incluso con los docentes, tan acostumbrados a la presencialidad. Pero
establecimos reuniones en línea por grupos con docentes y alumnos para
mantener la cercanía, y sobre todo estar muy atentos a los estudiantes, que

son centrales en la educación a distancia. Esta nueva modalidad requiere un
alumno mucho más activo y protagonista, y esto no es sencillo de modificar,
por lo que estamos también enviando información valiosa sobre la educación a
distancia a alumnos y docentes, ayudándolos a organizarse, trabajar en casa.
Nos mueve un poco una pregunta: ¿qué estabas haciendo vos cuando el
COVID-19 nos puso a todos en casa? Yo estaba estudiando y haciendo posible
la continuidad de mi carrera profesional. Nuevamente: estar cerca, de otro
modo.

¿Cuál es el mensaje final que quieren transmitir?

M.E.: Queremos ser dinámicos. No sabemos el producto final que vamos a ofrecer,
pero queremos transformar esta institución. Estamos en búsqueda de cambio, de
transformaciones, de impacto. Queremos impactar y transformar, y ahí es donde está
la clave del cambio. Estamos intentando transformar la educación de nuestro sector y
trascender de educación de nicho para ser una institución que genere capital
intelectual de nivel educativo general.

L.D.R.: Nuestro objetivo es que la industria en general y gráfica en particular cada vez
que requieran una capacitación piensen en Gutenberg. Queremos convertir a la
fundación en un referente industrial.
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