La planta de tratamiento de efluentes líquidos de la marca, comenzará a reutilizar el agua empleada en el proceso productivo de su fábrica ubicada en Virrey del Pino, La Matanza.
Royal Canin lanzó recientemente un proceso propio de tratamiento de efluentes industriales mediante el que, en aproximadamente cinco meses, podrá reutilizar más del 60 por ciento del agua utilizada en la generación de vapor.
Si bien los sistemas de tratamiento de agua industrial son requeridos primeramente por la legislación argentina, los estándares corporativos de Mars, empresa a la que pertenece Royal Canin, exigen un sistema de gestión de efluentes que contemplan las mejores prácticas de la industria.
“El mayor volumen de efluentes industriales se genera por consecuencia de la limpieza de las líneas de producción, vital para mantener los altos estándares de calidad”, explica Miguel Sáinz, gerente de Salud, Seguridad y Medio Ambiente de Royal Canin. Los pasos que sigue el tratamiento de efluentes contemplan una primera etapa de sedimentación; luego un sistema DAF (por sus siglas en inglés, Dissolved Air Flotation), que consiste en un proceso de tratamiento que aclara aguas residuales mediante la eliminación de la materia en suspensión, tal como aceite o sólidos. “Luego, el agua pasará a una segunda etapa, de tratamiento biológico, donde microorganismos descomponen las sustancias orgánicas presentes en el efluente”, continúa explicando el Gerente. Después, se le dosifica cloro al agua, para luego pasar por un mecanismo de filtro de discos. El último paso es el de ósmosis inversa, que termina de barrer todo lo que no sea únicamente agua.
De esta manera, Royal Canin continúa elevando los estándares de calidad de sus procesos, respondiendo así a una gestión sustentable que atraviesa a toda la compañía.
Otras prácticas sustentables existentes en la compañía
El Centro de Distribución Royal Canin de Don Torcuato recolectó 3845 kg. de cartón, 5282 kg. de film stretch y 222 kg. de papel entre abril de 2015 y en lo que va de 2016, que se destinaron al Programa de Reciclado de la Fundación Reciduca. Allí, el material recolectado se revaloriza y convierte nuevamente en materia prima. A su vez, quienes llevan a cabo este trabajo de reciclaje son jóvenes que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, a los que la institución capacita, inserta laboralmente y concientiza sobre el medio ambiente.
Además, a través de una campaña sobre la toma de conciencia con respecto del cuidado del planeta y sus recursos, los asociados del Centro de Don Torcuato se encuentran en la constante tarea de recolección y diferenciación de materiales. Una vez que se suma una cantidad significativa, son enviados a la Fundación Reciduca, localizada en San Isidro y con un área de influencia en todo el Bajo de la provincia de Buenos Aires.
Los jóvenes que participan del Programa de Reciclado de Reciduca, además de contar con una salida laboral, son capacitados en oficios mediante el Centro de Formación en Competencias Laborales y se les realiza un seguimiento sobre sus estudios, incentivándolos para que completen su educación secundaria.
Por otro lado, la planta de Virrey del Pino se encuentra alineada a la política corporativa de Zero Waste To Landfill (Cero residuo a relleno sanitario), debido a la que ninguna de sus corrientes de generación tienen esa disposición final. Asimismo, los cartones y plásticos se reciclan; los pallets de madera y los desechos de diversos metales se reutilizan a través de diversos canales, entre otras mejoras que se han gestionado de manera de lograr segregación in-situ, un mejor aprovechamiento de los productos y materias primas para disminuir el impacto medioambiental mediante alternativas sustentables.
