Space Guru marca el ritmo de la economía circular

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Space Guru, startup de economía circular enfocada en solucionar problemas de espacio en las grandes ciudades es, desde 2019, un actor protagonista pasaje de la economía lineal a la economía circular, con el propósito de “tener menos y compartir más”, filosofía alineada con sus metas y compromiso con el medio ambiente.

“Actualmente nuestras acciones con impacto ambiental y social se centran en promover dentro de la base de nuestros clientes las donaciones e incitar el reciclaje y la disposición final de ítems de manera amigable con el ambiente; compensar la huella de carbono de cada transacción con la herramienta UCapture; y además de ello usamos embalajes amigables con el ambiente -Ecobags (bolsas recicladas y reutilizables), contenedores de guardado reutilizables y fundas para proteger muebles reutilizables”, destaca Livia Armani, fundadora de Space Guru.

Enmarcado en esta línea de trabajo, la compañía refuerza esta mirada cada 5 de junio, fecha en la que se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, con el objetivo de contribuir a crear conciencia acerca de la necesidad de proteger y mejorar el ambiente. Las problemáticas ambientales amenazan a nuestro planeta y a toda la población actual y futura poniendo en riesgo el aire, el agua, los alimentos que consumimos y la biodiversidad.

Según la ONU, se prevé que la población mundial supere los 8.500 millones de personas en 2030. Todas estas personas seguirán estando amenazadas, si la relación que tenemos con la naturaleza no empieza a cambiar. Cada una de las acciones y comportamientos de los seres humanos no es gratuita, tiene un efecto –directa o indirectamente-, sobre el planeta. Expertos, investigadores y ambientalistas lo tienen claro: si seguimos destruyendo hábitats a la velocidad a la que lo estamos haciendo, el Covid-19 no será la última pandemia a la que nos tendremos que enfrentar.

La pandemia que el mundo está viviendo pone al descubierto estadísticas que vienen creciendo de forma exponencial año tras año: el mundo está amenazado y la especie humana, en serio peligro. Según la ONU:

✔     El calentamiento global por las emisiones de CO2 aumentó casi un 50% desde 1990, lo que está acelerando el cambio climático y amenaza la supervivencia de millones de personas, animales y plantas.

✔     Se estima que el 90% de la humanidad respira aire contaminado.

✔     Los mares se han convertido en los grandes vertederos de plástico del planeta.

✔     La energía supone un 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

✔     La producción intensiva de alimentos tiene consecuencias nefastas para el medio ambiente al empobrecer el suelo y los ecosistemas marinos.

✔     El 8% de las especies animales conocidas ha desaparecido, mientras el 22% se encuentra en peligro de extinción debido, sobre todo, a la destrucción de sus hábitats naturales, la caza furtiva y la introducción de especies invasoras.

✔     El crecimiento de las ciudades, que tendrán que albergar a unos 5.000 millones de personas en 2030, será otro de los grandes desafíos ambientales de la década.

✔     La falta de agua, vital para la supervivencia humana, animal y vegetal, afecta a más del 40% de la población mundial y, según el último Foro Económico del Agua, la agricultura representa más del 70% del agua utilizada en los países más áridos del planeta.

✔     El aumento de la temperatura terrestre está propiciando eventos climáticos cada vez más frecuentes, intensos y devastadores.

Como se puede ver, nadie queda exento: la población mundial deberá reducir notablemente la generación de residuos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización. Todas estas son propias de la economía circular con el objetivo de minimizar su impacto en la salud y el medio ambiente.

En línea con estas máximas que manifiesta la ONU, Space Guru ajusta sus metas para 2021-2022, enfocados en la preservación del medio ambiente. “El próximo trimestre lanzaremos el servicio de venta de objetos. Queremos fomentar la reutilización, la compra de usados y así evitar la producción y las emisiones de CO2 de un objeto que ya existe. Hasta fin de este año nuestra intención es compensar la huella total de carbono generada por todas las actividades de la empresa (depósitos y todos los traslados). Ser neutros en carbono es solo el comienzo. Todos deberíamos comprometernos con el ambiente, colaborar con lo que está a nuestro alcance. Y las empresas no somos ajenas a eso”, concluye Armani.