Tetra Pak y su trabajo en pos de una economía circular

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Horacio Martino, Gerente de Sustentabilidad para el Cono Sur de Tetra Pak, comenta todas las maneras en las que la empresa se involucra en acciones sustentables y sobre cómo adoptaron para su negocio el modelo de la economía circular. Además, nos invita a ser parte de ellas. 

¿De qué forma adoptan la sustentabilidad en Tetra Pak?

La sustentabilidad forma parte de la estrategia corporativa de Tetra Pak y abarca toda la cadena de valor desde el principio de nuestros envases, desde que el señor Rausing lo inventó, su lema era que, “un envase tiene que ahorrar más de lo que cuesta”.

En particular, ahora estamos profundizando el trabajo en la economía circular en dos partes. La primera se trata de dónde viene la materia prima con la que hacemos los envases, que son certificados FSC, eso significa que la cartulina que es el 75% del envase está elaborada con papeles y cartulinas elaborados directamente de bosques certificados y auditados, cultivados específicamente para hacer esas cartulinas. Por otro lado, practicamos el reciclado del envase, una vez que cumplió su función, trabajamos en desarrollar toda la cadena de valor de la economía circular en esta segunda fase para que se pueda transformar en la materia prima de otro proceso.

¿Cómo comenzó el camino hacia la economía circular y por qué lo eligieron como el modelo a seguir? 

La economía circular conceptualmente es un gran cambio de hábito, de salir de la economía lineal de consumir, comprar y tirar y dirigirnos a una economía donde consumimos más responsablemente y después en lugar de tirar transformamos nuestros envases o cualquier otro recurso en una nueva materia prima para que vuelva a ser utilizada.

Nos interesa no solo porque aumenta la conciencia del consumidor, sino que también nos permite apoyar sistemas de recolección, infraestructura de separación, genera empleo verde, inclusión social, en resumen, movilizar una parte que ayuda en países como los nuestros a expandir una cultura de inclusión de sectores como los recuperadores urbanos y demás que perfectamente pueden desarrollar tareas en este lado de la cadena de valor, inclusive por ejemplo también se puede trabajar en una placa que se hace con un prensado térmico que remplaza madera. Además de estar brindando oportunidades como la carpintería sustentable.

¿Cuál es el papel del consumidor en el ciclo del reciclado?

En épocas de pandemia, estamos viviendo una tormenta difícil en la cadena de valor de reciclaje, calcificación y recolección, porque el virus nos pone en riesgo a todos los trabajadores, por esto necesitamos que el consumidor más que nunca separe los reciclables. En algunas ciudades y municipio que están en fase 5 ya pueden separar para que vaya a las distintas plantas de clasificación y sea recuperado; en otras ciudades que aún están en cuarentena, el consumidor lo guarda un poco más en casa para que los recuperadores lo puedan hacer cuando esto se abra.

Si se separan los reciclables bien, el rechazo es más bajo y la manipulación de estos productos es muy digna. Si el consumidor no separa, prácticamente hay muchos de esos envases que no se pueden recuperar y se tiran, y perfectamente podrían ser un pupitre para un chico, o una silla.

¿A qué se refiere el lema “Protege lo bueno”?

Nuestra misión es proteger a las personas y proteger al alimento, es decir que pueda consumir un alimento en condiciones propias, también proteger el futuro, ahora que hablamos de sustentabilidad justamente, las siguientes generaciones deben salvarse del mal aprovechamiento de recursos que vivimos, del cambio climático o los plásticos en los océanos. Son tantos temas que realmente queremos proteger el futuro, así que nuestro lema hace estas tres cosas: las personas, el alimento y e futuro.

¿De qué forma ayudan las alianzas con asociaciones civiles y empresas?

Es muy importante, trabajamos con CEMPRE, el Instituto Argentino del Envase, muchas compañías y recuperadores urbanos. Hemos puesto 35 cintas de recuperación en todo el país. Sí o sí hay que trabajar en alianza; esto del “héroe ambiental” no resulta, hay que crear ecosistemas, recicladores, hay un importante abanico de empresas, de recicladores que realmente están haciendo un aporte importante a la economía circular y por esto estamos muy abiertos a escuchar a todos y trabajar con todo el mundo. La economía circular suena genial, pero hay que trabajar en la implementación, requiere que todos los eslabones de la cadena, o del bucle, como lo llamamos, puedan estar trabajando en armonía porque cada una es alimentación del siguiente que vienen en el proceso.

¿A qué acuerdos nacionales e internacionales están inscriptos?

A nivel internacional somos miembros de los movimientos del CE100 de economía circular, del movimiento de protocolo global, la fundación Helen Mc Arthur, FSC, entre otras. Creemos que hay que involucrarse y liderar. Es una responsabilidad grande, implica conocer nuevos caminos y por esto mismo somos miembros de tantas organizaciones.A nivel nacional, el CEARS, CEMPRE y del Instituto Argentino del Envase.

¿Qué metas tienen a corto y largo plazo?

Queremos que todos los envases producidos sean con cartulina de fuentes renovables y certificadas. Hemos logrado que los envasen tengan en su logo el FSC para concientizar al consumidor, hemos desarrollado también los envases sin aluminio que es la barrera principal contra el oxígeno y la luz que ya están siendo usados por algunos de nuestros clientes. Hemos probado plásticos de caña de azúcar en vez de fósiles. Nuestra ambición es crecer en todos estos aspectos. Tener un envase 100% de fuentes renovables y además reciclable.

Es importante que los consumidores, las empresas, los gobiernos y los recuperadores urbanos trabajemos en forma coordinada, el desafío es involucrase y trabajar coordinados.