The Carbon Sink es una plataforma digital que tiene el propósito de democratizar la posibilidad de medir y compensar la huella de carbono en Latinoamérica. En un escenario en el que el comercio electrónico creció luego de la llegada de la pandemia, la compañía ofrece su visión sobre el rol de la industria en un contexto de crisis climática.
Un informe de 2020 de la consultora McKinsey & Company, el Foro Económico Mundial y el Consejo Empresarial Mundial para la Sostenibilidad indica que las emisiones generadas por la última fase del servicio de entregas, conocida como logística de última milla, podrían crecer más de un 30% para el 2030 en las ciudades más grandes del mundo.
Se trata de las emisiones GEI generadas por el transporte desde las instalaciones de reparto hasta los hogares. Según este informe, si no se toman medidas de manera urgente, para 2030 se sumarán 25 millones de toneladas anuales de CO2, a las emisiones globales GEI, en un contexto en que es necesario reducirlas drásticamente.
Todas las compañías que basan su negocio en el comercio electrónico cuentan hoy con la responsabilidad de planificar su negocio de manera que puedan reducir sus emisiones y aspirar a la neutralidad de carbono (es decir, que el resultado entre las emisiones generadas y el carbono capturado o compensado sea igual a cero).
Para lograrlo, necesitan comenzar por medir su huella de carbono; desarrollar estrategias en todo el ciclo de vida del producto (desde su diseño, la elección del embalaje, las soluciones logísticas y su vida útil) y considerar opciones de compensación mediante bonos de carbono certificados.
The Carbon Sink propone cinco medidas que las empresas de comercio electrónico pueden implementar para reducir el impacto ambiental y alcanzar la neutralidad de carbono:
- Medir y comprender la huella de carbono como punto de partida para diseñar una estrategias de reducción o mitigación adecuada.
- Implementar opciones efectivas de reducción de impacto en envíos, tales como establecer puntos de entrega en diferentes localidades, o elegir opciones de transporte sustentables, como bicicleta o vehículos eléctricos, o hasta ofrecer envíos neutrales en carbono a través de la compensación de carbono.
- Rediseñar embalajes: el packaging supone el 30% de la huella de carbono del comercio electrónico por lo que se trata de una gran oportunidad para buscar soluciones innovadoras, como materiales biodegradables o compostables. Además, utilizar envoltorios del tamaño del producto en lugar de cajas estándar ayuda a disminuir los desechos generados por el packaging, y también a utilizar mejor el espacio en los fletes para optimizar la logística de envíos.
- Incorporar estrategias de economía circular para extender los ciclos de vida de los productos, reducir al mínimo los desechos y cerrar el ciclo de las cadenas de suministro.
- Compensar las emisiones que no se logran reducir, a través de la inversión en proyectos de captura de CO2, que eviten o reduzcan las emisiones. Por ejemplo, la conservación de bosques o la implementación de energías renovables. Es muy importante validar que estos bonos tengan certificaciones internacionales que acrediten su adicionalidad.