Un combo de generosidad

Alejandro Yapur, Director General de la División Sur de Latinoamérica de McDonald’s, sabe muy bien lo que es ser “un buen vecino”. Desde que trabaja en la compañía, hace ya 26 años, los principios y valores de la RSE siempre han estado presentes.

Parecía que podía ocurrir lo peor. El frío y una leve pero intensa llovizna atentaban con arruinar la producción fotográfica. Sin embargo, a pesar de las inclemencias climáticas de ese día, allí estaba Alejandro Yapur, de pie y sonriendo frente la cámara afuera de un local de McDonald’s ubicado en la zona de Olivos, muy cerca de las oficinas de Arcos Dorados (empresa propietaria de la franquicia en esta parte del mundo). Y es que si pudiésemos definir la entrega y la pasión de Alejandro por los colores de la compañía y tomáramos una antigua y clásica frase de la jerga futbolística, diríamos que es de aquellos jugadores que “moja la camiseta en la cancha”. Él, al igual que muchos directores y gerentes de la empresa, comenzó su carrera desde abajo, atendiendo las necesidades de los clientes desde el mostrador.

“Ingresé a trabajar en McDonald’s a los 18 años como crew. En aquella época, Arcos Dorados contaba con un local en Belgrano. Allí di mis primeros pasos en la compañía. Luego, hice la carrera gerencial mientras estudiaba Marketing. Pasé por todas las áreas: fui Gerente de Marketing, de Operaciones, de Comunicaciones Corporativas, estuve bajo la Dirección General de Uruguay y tuve a mi cargo Chile durante un tiempo. Desde hace un par de años que estoy de vuelta en la Argentina, primero como Director del Cono Sur y ahora como Presidente Divisional. Hoy tenemos más de 214 locales en el país y operamos en 20 países. Poseemos la Master Franchisee de todos los McDonald’s de Latinoamérica, desde Tijuana (México) hasta Bariloche, que es el restaurante más austral que tenemos”, señala con orgullo.

¿Qué es lo que le atraía de trabajar en McDonald’s?

Yo te diría qué es lo que me atrae para seguir. Los que trabajamos en McDonald’s compartimos mucho los valores de la empresa. Yo siento que es una compañía muy transparente, que te brinda muchas oportunidades: de autorrealizarte profesionalmente, de crecer, de aprender, de ser buen vecino, de canalizar la ayuda social desde adentro de la empresa. Tenés desafíos todos los días, y el grupo humano que hay hace que muchísimos de los jóvenes que trabajan part time para compatibilizar con sus estudios se queden por muchos años.

Pasa en el caso de la Argentina y también en el resto de los países: gran parte del equipo de liderazgo que está a cargo de los departamentos ha comenzado detrás del mostrador, bajando camiones o atendiendo una caja. Nuestro Gerente de Recursos Humanos comenzó de crew, se tituló de Licenciado en Recursos Humanos, fue Gerente de Local, Supervisor de varios locales dentro de operaciones y luego vino a las oficinas, hizo su carrera dentro del área y hoy es Gerente. Pasa lo mismo con el Gerente de Administración y Finanzas, Diego Schek, y con el de Marketing, Lucas Fernández.

¿Cuál ha sido el obstáculo más difícil de superar durante estos años en la compañía?

Creo que más que un obstáculo, ha sido un aprendizaje. El aprendizaje cultural de vivir en otros mercados, en otros países, y tener que conocer diferentes culturas, trabajar con todo un equipo como el caso de Chile, que fue mi último destino fuera de la compañía, un lugar tan cerca y a la vez tan distinto que te obliga a crecer como profesional para superar las dificultades del mercado.

¿Recuerda alguna anécdota?

El terremoto de Chile en 2009. Tuvimos el 70% de nuestros locales afectados, no había teléfonos ni nafta. Nuestro Gerente de Local recorrió casa por casa para saber que los 4000 empleados de McDonald’s en Chile estaban bien. Para que te des una idea, no estaba habilitado ninguno de los aeropuertos en el país. Personal de Mantenimiento de San Pablo y técnicos de Rosario, Mendoza, Buenos Aires, Córdoba y Montevideo viajaron en colectivo para colaborar en la reconstrucción de los locales, para que podamos abrir en tiempo y forma, porque la verdad es que hubo una destrucción total. Obstáculo más grande que ese no he tenido a nivel profesional y me parece que demuestra un poco el espíritu de la compañía.

¿Cuál es la impronta que trata de darle a la comunicación de la empresa?

En términos de RSE creemos que es una empresa que nació socialmente responsable. Antes de que exista este concepto, la compañía ya desde el año 1955 en los Estados Unidos lo practicaba con otro nombre. Nosotros lo llamamos “ser buen un vecino”, trabajar codo a codo con la comunidad donde operamos para tratar de que crezca, de que sea un mejor lugar para vivir. Eso después fue tomando diferentes nombres. En 1973, McDonald’s abrió la primera Casa Ronald (hay más de 300 en el mundo), la cual les brinda acogida y alojamiento a chicos que están junto con sus familias pasando momentos difíciles, que tienen problemas de salud y necesitan ser tratados en hospitales de alta complejidad. Este tipo de programas nosotros no los comunicamos porque creemos muy fuerte “en hacer más que en decir”, y solo transmitimos aquello en donde es importante el involucramiento de la gente para que la obra crezca.

Por ejemplo, cuando celebramos el McDía Feliz, en donde necesitamos recolectar una suma de dinero para donar y ayudar a alguna institución o a la Casa de Ronald McDonald, sí lo comunicamos. En el resto de nuestras acciones preferimos mantener un perfil bajo. Con las inundaciones estuvimos en Villa Mitre entregando comida; en La Plata, en los centros de voluntarios, hicimos colectas y brindamos auxilio a los damnificados, y eso no lo comunicamos. ¿Por qué no? Porque creemos firmemente en que, muchas veces, ese dinero que se destina a la publicidad de estas obras es mejor utilizarlo para hacerlas crecer a ellas mismas.

ACCIONES DE RSE Y SUSTENTABILIDAD

McDonald’s Argentina centra su acción de RSE a través de su intenso accionar en La Casa de Ronald McDonald, Asociación Argentina de Ayuda a la Infancia (asociación civil sin fines de lucro). Se trata de una organización dedicada desde hace más de 19 años a crear, encontrar y dar soporte a programas que mejoren directamente la salud y el bienestar de los niños. Además, año tras año, la compañía desarrolla un programa de capacitación y empleo denominado “Jóvenes con Futuro” dirigido a adolescentes de bajos recursos de entre 18 y 24 años que hayan abandonado la escuela técnica en tercer año. Se realiza a través de un convenio entre Arcos Dorados, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y la Federación Argentina de Trabajadores Pasteleros con el fin de brindar una práctica calificante en mantenimiento. Jóvenes con Futuro comenzó desarrollándose en la ciudad de Buenos Aires y actualmente se está trabajando en su extensión hacia Gran Buenos Aires, las ciudades de Rosario y Mar del Plata. Este año se presentará su tercera edición. Asimismo, diariamente se realiza una acción de visitas y almuerzos en los locales McDonald’s del país junto a comedores, escuelas y ONG, a través de la cual se invita a comer a más de mil niños por mes para que puedan disfrutar de una experiencia completa en McDonald’s.

¿Cómo podría definir el aporte de McDonald’s a la sociedad?

Nosotros tenemos diferentes áreas de impacto de nuestro programa de RSE. El más importante es el que venimos haciendo hace 20 años en la Argentina y hace 40 a nivel mundial: la Asociación de Ayuda a la Infancia de la Casa Ronald. Allí tenemos seis diferentes programas, todos en ejecución y funcionando. El primero es la Casa Ronald, con 33 habitaciones en la calle Perón, a dos cuadras del Hospital Italiano. Luego tenemos otra casa en Mendoza junto con el Hospital Notti y otra en Córdoba junto a la Santísima Trinidad. Todas cumplen la misma función de albergar a chicos de escasos recursos.

Creemos mucho en las redes, en la articulación público-privada. Por ejemplo, si visitamos un barrio humilde y detectamos a un niño que con una simple operación puede ver perfecto, pero su familia no tiene los recursos económicos para solventarla, coordinamos con el hospital, el municipio, las instituciones gubernamentales pertinentes y logramos que ese chico pueda ser operado. Luego hacemos un seguimiento para ver su evolución. La idea es trabajar unidos, por una comunidad mejor.

¿Hay algún proyecto que aún no hayan implementado?

Estamos trabajando en varios, que son de largo aliento, en donde hacemos un proceso de evaluación de las necesidades de algunos hospitales. Ahora tenemos cuatro proyectos en hospitales públicos. Uno en Capital Federal, en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y otros tres en provincia.

También está el área de empleo y de apoyo que hacemos a nuestra gente. Hay algunos programas que tienen que ver con la incorporación de jóvenes con difícil inserción laboral. Hace más de 20 años trabajamos en conjunto con Discar, una ONG líder en inserción laboral de niños con capacidades diferentes o con cierta discapacidad mental. Eso para nosotros es una oportunidad de poder colaborar en la inserción laboral de estos chicos, pero también de aportar para el cambio de la vida, de la familia, del entorno, porque son situaciones bastante difíciles que sacan lo mejor de cada uno.

Además, llevamos a cabo el programa Jóvenes con Futuro, con el Ministerio de Trabajo; estamos dentro de todos los rankings de las mejores empresas para trabajar (Great Place to Work); y venimos trabajando desde hace dos años en la certificación de Work Life Balance. Es un proceso de tres años con diferentes programas que justamente equilibran la vida laboral con la vida personal, y permiten que el ambiente y el clima de trabajo sea mucho más agradable. Ni qué hablar de la facilidad… somos los primeros empleadores, tenemos 16.500 personas trabajando en la Argentina, más de 100 mil en toda Latinoamérica, y somos los formadores de primer empleo por excelencia.

Además de las acciones mencionadas, ¿tienen algún otro programa relacionado con impacto ambiental o medio ambiente?

Desde hace unos años venimos con líneas estratégicas de trabajar en el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad, comenzando con la política de reducción. Hoy te encontrarás con que utilizamos mucho menos material; en algunos casos es reciclado o reciclable. Reutilizamos muchos de nuestros productos. Por ejemplo, el aceite para freír nuestras papas y algunos de nuestros productos crispy se entrega a una empresa que lo convierte en biodiesel; y ese biodiesel lo utilizan nuestros camiones para venir a los locales. Trabajamos con la Municipalidad de San Miguel y el CEAMSE en programas de reciclado, y tenemos el primer edificio de la Argentina que obtuvo la certificación Gold Standard, se trata del McDonald´s de Pilar.

¿Cuáles son las características de este local?

Primero, gran parte de él se llevó a cabo con materiales existentes. Era un local que estaba en Pacheco, que se desarmó y se rearmó en lugar de tirarlo a la basura. Se le incorporaron mejoras, tales como energía eólica para todo lo que es iluminación o cartelería, o equipos de aire acondicionado especiales de alto rendimiento y bajo consumo. Además, el agua de lluvia se utiliza para riego, tiene protectores en los vidrios especiales para disminuir la carga térmica, iluminación de LED o bajo consumo, y unas mejoras tecnológicas en el equipamiento que hacen que sea un local de bajo impacto.

¿De qué manera extienden las políticas de RSE a la cadena de valor?

Seleccionamos nuestros proveedores a través de rigurosas auditorías que incluyen una serie de normas que nosotros pretendemos y exigimos, y de no cumplirlas, no son nuestros proveedores. Estos no solo ayudan a abastecer el mercado local, sino que también nos permiten exportar al resto de Latinoamérica y gran parte del mundo. Hoy, las papas del mercado de Brasil, que tiene más de 600 locales, salen de Balcarce y de Munro. Al igual que las de Chile. También exportamos carne a varios países de Sudamérica. Hacemos un trabajo hombro a hombro con nuestros proveedores. Por el hecho de tener tantos locales, tanto volumen y una visión a largo plazo es sumamente importante buscar alianzas estratégicas eficientes. De esta manera, garantizamos una mejor calidad en nuestros productos y abrimos mercados para que muchas de estas empresas puedan expandirse y crecer junto a nosotros.

EL DILEMA DE LA “COMIDA RÁPIDA”

Uno de los principales problemas con los cuales debe lidiar McDonald’s frente a la opinión pública es la calidad de sus productos, muchas veces denominados “comida chatarra”. Alejandro Yapur tiene claros los estándares de calidad con los cuales se maneja la compañía y, a pesar de que es un tema recurrente en sus entrevistas, no se da por aludido.

¿Qué opina cuando se relaciona a McDonald’s con “comida chatarra”?

Nosotros decimos que ofrecemos muy buena comida o de la más alta calidad. Nuestra misión dice: “Servir comida de calidad proporcionando siempre una experiencia extraordinaria”. Tenemos el know-how para hacerlo. Cuando ves los productos que ofrecemos, son los mismos que tiene cualquier persona en su casa: leche, carne, pan, vegetales, lácteos. Nos cercioramos de que nuestros proveedores tengan las más altas exigencias de seguridad alimentaria, poseemos auditorías que garantizan más de 20, 30, 40 controles de calidad en cada uno de los productos, que aseguran que contamos con la mejor calidad de materia prima.

Creemos que somos un actor relevante y que podemos influir positivamente en fomentar estilos de vida saludables, brindándoles información a nuestros consumidores. En McDonald’s podés comer desde un Big Mac, sándwiches de lomito y wraps, hasta las más diversas ensaladas. La gente puede elegir el menú que desee de acuerdo a sus gustos y necesidades. Hace un año lanzamos en toda América Latina la Cajita Feliz en línea con los guidelines de la OMS, que recomienda que una comida sugerida para un niño es de alrededor de 600 calorías. Ninguna de nuestras Cajitas Felices llega a esa cantidad. También incorporamos frutas en nuestros menús.

El estilo de vida actual nos lleva, en muchos casos, a ser más sedentarios que antes. Por eso, patrocinamos diversas actividades deportivas para promover la actividad física. Participamos en eventos locales, barriales, en olimpiadas, mundiales de fútbol, etc. Desde hace cuatro años, realizamos la carrera 5k para mujeres, donde participan madres e hijas. La idea es fomentar la actividad física en familia y la vida al aire libre. La última vez contamos con la participación de 11.500 personas.

¿Cómo ve el escenario económico del país?

No opinamos ni de economía ni de política. Lo único que por ahí podemos decir es que notamos un alto nivel de consumo y que trabajamos para brindar el mejor valor a los clientes. Hoy es posible encontrar menús desde $22, Cajita Feliz a $35, sándwiches por debajo de los $15, todas excelentes razones para que la gente nos visite. Escuchamos mucho a las personas, estamos cerca de ellas tratando de brindar buen valor, buen precio, excelente calidad de productos, poniendo mucho énfasis en la atención. Porque si en la última visita un cajero no atendió bien a alguien o el baño no estaba en condiciones óptimas, seguramente muchos no vuelvan. Entonces nuestro trabajo y compromiso es tratar de trabajar todos los días para que esa experiencia sea buena y la gente regrese.

Es padre de tres hijos ¿de cuántos años?

Nacho, de 16, que por primera vez viajó solo a Chile, a la casa de un amigo, así que fue algo especial; Sofía, de 13; y Tobías, de 11. Y estoy casado con Laura, hace 18 años.

Y a sus hijos obviamente les gusta McDonald´s.

Sí, les encanta. Son supervisores también. Vamos frecuentemente.

 

ALEJANDRO YAPUR

 – Colegio: Debido al trabajo de mi padre, estuve en siete colegios, desde la Patagonia hasta los Estados Unidos.

– Universidad: Marketing Fundación de Altos estudios en Ciencias empresariales (UCES)

– Posgrados: Maestría en Comunicación de las Organizaciones en la Universidad Austral de Buenos Aires.

– Idiomas: Inglés.

Hobbies: Fútbol, motos, ATV y jardinería.

– Tu mayor logro: Formar una familia.

– El rasgo principal de tu carácter: Pasión y perseverancia.

– Persona viva que admirás: Mi papá, Luis (“Peco” para todos).

– Tu personaje histórico favorito: Jesucristo y Alejandro Magno.

– Tu mayor atrevimiento en la vida: Creer siempre que nada es imposible. Todo es posible, ¡vamos por más!

– Lo que cambiarías si volvieras a nacer: Mayor tiempo con la familia.

– Lo que aún te resta hacer en tu vida: Mil proyectos y balancear mis diferentes roles.

– Tu posesión más atesorada: Mis hijos.

– El talento que desearías tener: Paciencia.

– Momento y lugar en el que has sido más feliz: Vacaciones en familia.

 

* Entrevista publicada en la edición 20 de PRESENTE (septiembre/octubre).

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