Una oportunidad para pensar el agua que tomamos

Del 23 al 27 de septiembre se celebró la Semana de la Hidratación, una oportunidad de reflexionar sobre la cantidad y calidad de agua que tomamos. Según el relevamiento que la consultora Kantar realizó este año encuestando a 1.007 adultos de todo el país, más de la mitad de los argentinos toma menos de 2 litros de agua por día.

Nicolás Wertheimer es médico y ceo de la empresa social Agua Segura, un proyecto referente en materia de acceso a agua segura en todo el país: “Los hábitos saludables y la hidratación frecuente, son pilares fundamentales de una tarea pedagógica en la que todos debemos comprometernos. La buena hidratación no solo es importante en verano cuando lo recordamos naturalmente, sino que es imprescindible para el bienestar integral del organismo, durante toda la vida. Además de la frecuencia, debemos atender a la calidad del agua que tomamos.” agregó Nicolás.

Agua Segura brinda tecnología microbiológica que permite a comunidades vulnerables acceder a agua segura, pero fundamentalmente se preocupa por llevar adelante un profundo trabajo educativo para que en cada rincón del país comprendan la importancia del cuidado del agua y de hábitos saludables.

“Desde mi mirada profesional y fundamentalmente a partir de mi experiencia emprendedora, el acceso a agua segura de niños y niñas es el punto de partida para pensar la salud en su dimensión colectiva Para que nos demos una idea, el 50% de las camas pediátricas de un hospital podrían liberarse, si desde los primeros años tomamos conciencia de la importancia que tiene tomar agua segura que evite parasitosis y diarreas vinculadas a la ingesta de agua no tratada”, señala Nicolás.

En épocas de cambio climático y de mayor responsabilidad sobre el cuidado de nuestro planeta, Nicolás remarca que el agua está “en el centro del desarrollo sustentable. Tal vez muchos lo tengamos naturalizado, pero el desarrollo personal y comunitario se vincula directamente con el acceso a la calidad de agua tengamos personas. El agua que tomen los chicos y chicas en las escuelas. La frecuencia con la que nos podemos hidratar en el trabajo. La posibilidad que de tener agua limpia saliendo de una canilla en nuestra casa” concluye.

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