Leonardo Medrano, Secretario de Investigación y Transferencia Científica de Universidad Siglo XXI, nos aclara en qué consiste la investigación sobre el burnout y la importancia de que se evalúe en la población trabajadora del país.
¿Cómo surgió la idea de evaluar el síndrome de burnout en los trabajadores en el marco de esta pandemia?
Desde la universidad Siglo XXI hemos desarrollado un índice que evalúa los niveles de bienestar emocional y estrés en trabajadores. Esto viene alineado a una política que se está desarrollando a nivel global a partir de la Organización Mundial de la Salud que apunta a cuidar el bienestar emocional de los trabajadores, más que todo, porque el sector de trabajadores es el que más contribuye al desarrollo social y económico de un país, y si ese sector tiene estrés crónico, es muy difícil que pueda desarrollar su trabajo y su talento, esto afecta a la organización y a toda la comunidad.
Por esto, la universidad decidió en el año 2017 desarrollar un índice que evalúa el nivel de bienestar emocional y estrés en trabajadores argentinos. Éste índice, que se venía haciendo año a año, se vio afectado por el tema de la pandemia, entonces, se incorporaron además de la medición que se hace anualmente, algunas preguntas e instrumentos tendientes a analizar con más precisión cuál ha sido el impacto del confinamiento por COVID sobre los niveles de bienestar emocional y estrés de los trabajadores argentinos.
¿Esos porcentajes refieren exclusivamente a trabajadores con la modalidad de teletrabajo?
Para desarrollar este índice lo que hacemos es entrevistar a miles de trabajadores de diferentes regiones del país y lo que hacemos es una medición de paneles. Medimos longitudinalmente diferentes muestras de trabajadores. En esta muestra en particular, incluimos trabajadores que están saliendo a trabajar, trabajadores que están trabajando desde su casa y también personas que están imposibilitadas de trabajar producto del confinamiento.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de burnout?
El burnout hace referencia a un estado de estrés crónico. Es importante saber que no tiene nada de malo el estrés, ya que es saludable que una persona se estrese siempre y cuando este estrés sea de forma aguda, es decir, que hay períodos de estrés, pero hay periodos de recuperación. Este ciclo de tensión y recuperación es saludable. El problema es cuando ese estrés se empiezas a cronificar, a prolongarse en el tiempo y ahí ya empieza a verse afectada nuestra salud física y mental.
Los síntomas más comunes son agotamiento y falta de interés en el trabajo. Más allá de que afecte el bienestar y la productividad del trabajador, este síndrome también aumenta la probabilidad de tener un trastorno mental más severo en el futuro, por esto es tan importante saber qué está pasando con el burnout a nivel poblacional.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Cuidar el bienestar emocional de la población y prevenir el burnout es una responsabilidad individual y social, es decir, involucra a los propios trabajadores (nosotros mismos tenemos que aprender a desarrollar conductas que nos permitan prevenir el estrés crónico), pero también es importante que las organizaciones acompañen esto trabajando a nivel de los equipos, a nivel de los líderes y de las políticas organizacionales.
¿Cuál fue la población que más se vio afectada? ¿por qué?
El burnout en relación con el año pasado aumentó; para que nos demos una idea, entre el 2018 y el 2019 creció un 2%, y en lo que llevamos de este año ha sido del 5%, que es bastante. Si nos ponemos a analizar el impacto no ha sido el mismo en diferentes grupos, por ejemplo, ha sido más fuerte en las mujeres o en personas que no tienen los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades vitales.
Los factores que explican esto son la dificultad de desconectarse y el aumento del conflicto familia/trabajo. Hacer las dos cosas en el mismo lugar al mismo tiempo, es una fuente de estrés más allá del impacto a nivel económico.
También los mandos medios se ven afectados, ¿por qué?
Los mandos medios típicamente tienen niveles de estrés más elevados, porque tienen que liderar equipos y dar ciertos resultados, pero al mismo tiempo no tienen toda la autonomía que les gustaría tener porque tienen que rendir cuentas, bajar estrategias de la dirección y en general estos factores hacen que se vuelvan grupos más vulnerables, entonces, ahora particularmente son el grupo más afectado junto con el grupo que tienen dificultades económicas.