La empresa montó parcelas demostrativas que evidencian los resultados que se obtienen con distintas estrategias de fertilización.
La empresa de fertilizantes Yara exhibió en la Expo Apronor de Tucumán una serie de parcelas demostrativas que permitieron apreciar el potencial que pueden desarrollar en esa región los híbridos de maíz de última generación cuando reciben una adecuada fertilización.
“Los nuevos híbridos tienen un enorme potencial de rendimiento, pero para que ese potencial se pueda expresares fundamental que el cultivo tenga los nutrientes que necesita, por eso queremos generar conciencia sobre la importancia de acompañar una tecnología con la otra y aquí tuvimos la oportunidad de mostrar a los productores los resultados de combinarlas”, explica Diego Quintana, coordinador técnico de Yara para el norte argentino.
Si bien aún falta para la cosecha y poner los resultados en números concretos, la recorrida por el plot demostrativo evidenció a simple vista diferencias muy significativas en estructura de planta, tamaño, color y vigor entre las parcelas testigo y las fertilizadas, así como entre las distintas estrategias de fertilización. Cómo referencia de rendimientos de maíces con fertilización en la región del NOA, cabe mencionar una experiencia similar realizada en la expo del año anterior en la que, a la hora de la cosecha, hubo rendimientos de más de 2000 kilos de diferencia por hectárea entre las parcelas fertilizadas y las no fertilizadas, así como de entre 500 y 1000 kilos por hectárea entre las distintas estrategias de fertilización.
Las parcelas demostrativas presentadas por Yara en Expo Apronor 2018 incluyeron dos híbridos, dos densidades diferentes y los siguientes tratamientos nutricionales: sin fertilización; con aplicación de nitrógeno; con arrancador y refertilización con nitrógeno; y una réplica de todos ellos pero con el agregado de zinc.
Según Quintana, el objetivo final de esta acción “es que los productores vean los excelentes rendimientos de maíz que pueden obtener en esta región y promover técnicas como el cálculo de nitrógeno objetivo, usando análisis de suelo para conocer la situación de base y el potencial de rendimiento del híbrido para determinar la cantidad de nitrógeno que el cultivo necesita de manera que la ecuación costo/beneficio de la fertilización sea lo más favorable posible. El mismo análisis de suelo puede servir, además, para detectar y corregir otras deficiencias que actúen como limitantes, como podría ser en el caso de fósforo, zinc, calcio, potasio y magnesio, así como una inadecuada relación entre ellos”.
