Un estudio ha demostrado que el acceso al crédito les otorga a las personas la grata sensación de sentirse incluidas, formando parte del sistema financiero, y valoradas en la sociedad. Mariano López Gaffney, el Gerente General de Efectivo Sí, tiene una mirada optimista sobre el devenir de la Argentina.
¿Cómo se alinea el ADN de Efectivo Sí con los parámetros de RSE?
Nosotros tenemos un ADN muy ligado a la inclusión y a la educación financiera. Muchas veces la gente que se acerca a Efecto Sí nunca recibió educación financiera en su vida. Entonces somos muy cuidadosos para que la persona que deposita su confianza en nosotros entienda cuáles son las ventajas de operar, por ejemplo, con una tarjeta de crédito, realizar un depósito o un plazo fijo. También les explicamos las obligaciones que conlleva recibir un crédito. Además de los créditos que otorgamos, estamos colocando 20 mil seguros que son instrumentos que permiten a los usuarios cubrirse de eventos catastróficos que puedan afectar la economía de su hogar. Nuestra compañía realiza 350 mil transacciones en la red de sucursales (pagos de cuotas, pedidos de informes, altas, bajas y modificaciones de productos) y coloca por mes entre 40 y 45 mil productos. Es una estructura grande que busca la eficiencia y que se está desafiando siempre, pero tiene un costo que se transforma en algo para mejorar, pero también en una ventaja competitiva que no es fácilmente reproducible. Nosotros estamos en todas las provincias y creemos que el contacto directo es el que nos permite conocer al cliente, estar donde nos necesita, y eso forma parte de un servicio que está vinculado con la RSE y por supuesto, con nuestro ADN. No hay día que yo no vaya a una sucursal y encuentre a un cliente con una bolsa de facturas, un regalito, un mate, una artesanía para su oficial de cuenta. Los clientes valoran mucho a ese representante de Efectivo Sí que le brinda un tiempo de valor para explicarle las cosas y para generar esa confianza que nos hace diferentes.
¿Cuál es la diferencia entre un crédito bancario y un crédito de Efectivo Sí?
Esencialmente, es la diferencia radica en la posibilidad de acceder a un crédito en los montos que el cliente necesita. Muchas veces, por un tema de perfil, los bancos no les abren las puertas a nuestros clientes, o la oferta que les dan es restringida. Creo que nosotros cumplimos un rol que otros agentes no cubren. Eso ha sido tradicionalmente así, aunque hoy estamos en un ambiente más competitivo, donde existe una mayor cantidad de actores y debemos estar atentos y observar qué es lo que hacen otros competidores −los retailers, los digitales, entre otros− además de los bancos. Pero consideramos que estamos muy bien posicionados en esa competencia.
¿Cuál fue el volumen de créditos que han manejado en 2018?
Estuvimos en 4.500 millones de pesos de otorgamiento en 2018 y este año lo llevaremos a los 6.500 millones de pesos.
¿Es un buen negocio estar endeudado en la Argentina?
En ambientes inflacionarios, estar endeudados ha sido un negocio ventajoso, pero es difícil generalizar. Las decisiones de crédito van más allá del negocio y están más cerca de lo aspiracional, de salir de un problema o de poder acceder a un consumo que no está al alcance del flujo de caja, pero sí de la capacidad de pago.
¿Cuáles son las expectativas en cuanto a las tasas?
Este es un año en el que todavía estamos con tasas siderales. La proyección es muy dura para cualquier empresa que se tiene que financiar. Nosotros, a diferencia de los bancos, tenemos un fondeo que no está tan ligado a lo transaccional sino más bien a la emisión de obligaciones negociables. Y de la misma forma que cualquier empresa que se financia, el costo hoy es enorme.
¿Cómo impacta en el sistema de créditos la incertidumbre típica de un año electoral?
Considero que la macroeconomía, la capacidad de la Argentina de estabilizar sus variables y de crecer, es una cuestión más relevante que la electoral propiamente dicha. El verdadero desafío es que la actividad económica real se manifieste en la creación de empleos.