El plástico ha inundado nuestras vidas y eso se debe a sus beneficios innegables: es un material económico, higiénico, liviano, resistente y fácil de producir. Pero ya no somos capaces de lidiar con la cantidad de residuos plásticos que generamos, y debemos repensar la forma en que fabricamos, usamos y gestionamos los plásticos. Una estadística de la ONU asegura que solo el 9% de 109 mil millones de toneladas de plástico que se han producido en el mundo ha sido reciclado, y se espera que para el año 2050 la cifra aumente a 12.000 millones. La contaminación por plásticos de un solo uso se debe fundamentalmente a los sistemas de gestión de residuos deficientes, la falta de políticas públicas para afrontar la problemática y la falta de responsabilidad extensiva de quienes los producen. Sin embargo, desde lo individual, existe cierta responsabilidad, ya que como consumidores tenemos el poder de decidir y elegir qué productos compramos. Teniendo en cuenta la frase: “el mejor residuo es el que no se genera”, como consumidores tenemos que empezar a reflexionar sobre nuestros hábitos y plantearnos alternativas más amigables con el ambiente. Un cambio sustentable que podemos incorporar a nuestras vidas es sumarnos a la campaña socioambiental y solidaria impulsada por “Botella de Amor”. Esta entidad sin fines de lucro establecida en Bernal, Provincia de Buenos Aires, impulsa el acopio de plásticos de un solo uso, los cuales normalmente se desechan, en botellas o bidones de plástico para clasificarlos y dejarlos listos para hacer listones de “madera plástica”, con los cuales luego se fabrican mesas, sillas, juegos de plaza o huerteros para las comunidades necesitadas.
¿Cómo hacer una Botella de Amor?
1° Paso
Buscá una botella vacía: puede utilizarse cualquier tipo de botella o bidón de plástico, no importa su tamaño, mientras permita su rellenado – ej. botellas de gaseosas, de agua, de productos de limpieza o para bañarse (lavandina, shampoo, acondicionador, cremas corporales, etc.)
2° Paso
Llenala con plásticos de un solo uso: es decir, aquellos envases o paquetes que contienen un producto por única vez y luego de ser consumido se desechan. Este tipo de plásticos no son reciclables y están identificados con el símbolo 7 (OTROS) o no tienen identificación. Para llenar la botella, introducí los plásticos y usá un palo para comprimirlos, sin dejar espacios. Si los plásticos están sucios o pueden producir olor feo, se deben lavar y secar previo a llenar la botella (evitando hongos).
3° Paso
Una vez llena, llevá tu botella a un punto de acopio: los puntos de recolección se encuentran en varias partes del país. En el Instagram @botelladeamor vas a poder descubrirlos y acercarte el punto más cercano. Si vivís en C.A.B.A. los Puntos Verdes con Atención y los Puntos Verdes Móviles las recibe. Podés consultar dónde se encuentran en la página web buenosaires.gob.ar/agenciaambiental/puntos-verdes.
Destino de las botellas:
Los plásticos recolectados se convierten en madera plástica y se devuelven a la comunidad: gracias a la alianza con la empresa @4e_maderaplastica, ellos utilizan los plásticos de un solo uso de la botella de amor, que de otra forma no serían reciclables, como materia prima. Mediante un sistema de intercambio, determinadas cantidades de plásticos recolectadas reciben a cambio mobiliarios de madera plástica como bancos, mesas, etc. que serán entregadas a las comunidades que lo necesiten.