Estudio Schroders: Furor por inversiones sustentables

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El impacto de la pandemia mundial ha agudizado el interés de los inversores por las cuestiones medioambientales y sociales, a pesar de los pedidos de mayores datos de rentabilidad centrados en la sustentabilidad, según el Estudio Global de Inversores de Schroders.

Los resultados de nuestro estudio principal, que encuestó a más de 23.000 personas de 33 ubicaciones en todo el mundo, revelaron que el 57% y el 55% de los inversores, respectivamente, dan ahora más importancia a las cuestiones sociales y medioambientales. Curiosamente, la atención a la obtención de mayores rendimientos ha disminuido en comparación con hace un año. En Argentina, el 48% de los encuestados considera que, tras la pandemia, las cuestiones medioambientales son más importantes.

Sin embargo, más de la mitad (53%) de los inversores sigue creyendo que los datos/pruebas que demuestren que la inversión sostenible ofrece mejores rendimientos los alentaría a aumentar sus participaciones.

Otro 40% de los inversores afirmó que la presentación periódica de informes que destaquen el impacto de sus inversiones les motivaría a aumentar sus inversiones sustentables y, algo más de un tercio (36%), desearía ver algún tipo de autocertificación por parte de los gestores que garantice que sus inversiones son sustentables.

En estas cuestiones, los argentinos se muestran más cautelosos, ya que el 62% de los encuestados necesita más datos y pruebas para mejorar su posición. El 42% exige informes periódicos que muestren el impacto de sus inversiones en la sociedad y el planeta. Por último, el 34% exige la certificación de los proveedores.

El grueso de los inversores de todo el mundo se siente cómodo con la perspectiva de adoptar la sustentabilidad, ya que el 57% declara que se sentiría a gusto pasando a una cartera totalmente sustentable, siempre y cuando se mantuviera el mismo nivel de riesgo y diversificación. Los más jóvenes (60%) se muestran especialmente abiertos a este cambio.

Los inversores locales no se quedan al margen, ya que el 59% de ellos se siente cómodo adoptando este cambio. Y esta tendencia está mucho más arraigada en los jóvenes, ya que el 63% de las personas de entre 22 y 41 años son más proclives a estas iniciativas.

De hecho, el 52% de los inversores de todo el mundo afirmó que el impacto medioambiental de la inversión sostenible era el factor más atractivo, por delante del 39% que citó la alineación con sus principios sociales. Y el 38% cree ahora que ofrecen posibilidades de mayor rentabilidad.

Andy Howard, Director Global de Inversiones Sustentables de Schroders, comentó:

“Estos resultados han puesto de manifiesto las crecientes expectativas que se depositan ahora en los gestores de activos a la hora de abordar el cambio climático. Nos centramos en garantizar que las inversiones que gestionamos para nuestros clientes estén en consonancia con la transición hacia un planeta más limpio y se beneficien de las oportunidades que dicha transición traerá consigo”. 

“Como inversores y guardianes de los activos de nuestros clientes, tratamos de influir activamente en los comportamientos corporativos para que las empresas en las que invertimos sean sustentables y resilientes.

“Al mismo tiempo, a pesar de este mayor protagonismo de los gestores de activos, está claro que aún queda mucho por hacer para demostrar a los inversores que un enfoque sustentable no tiene por qué comprometer la rentabilidad. De hecho, consideramos que la creación de valor sustentable está intrínsecamente ligada a la superación de los retos sociales y medioambientales. 

“Tenemos que asegurarnos de dar a nuestros clientes la información que necesitan para evaluar nuestro rendimiento en las áreas que les importan. En Schroders nos tomamos estas conclusiones muy en serio. Tenemos la responsabilidad de mostrar nuestro liderazgo en cuestiones clave de sustentabilidad y cómo estamos satisfaciendo las necesidades cambiantes de nuestros clientes en esta área.”

Pablo Albina, Country Head de Argentina y Head of Invesment de LATAM explicó: “Si bien este paradigma está mayormente impulsado por las nuevas generaciones, quienes son las más conscientes de los cambios que se deben realizar, en Schroders hoy trabajamos fuertemente para que todos nuestros clientes sepan que un enfoque sustentable es la mejor visión a largo plazo”.

El estudio también indagó sobre las controversias que llevarían a la gente a retirarse de las inversiones. Los escándalos financieros son los más probables, y estas cuestiones crean mayores obstáculos a la inversión que los hackeos de ciberseguridad o las catástrofes del cambio climático. Un 65% de los inversores declaró que se retiraría si sus inversiones se vieran afectadas por escándalos financieros o contables.

Esta cifra supera al 61% de los inversores que citaron a los ciberataques y al 60% que identificaron una catástrofe del cambio climático como razones para la desinversión. Curiosamente, en comparación con sus homólogos europeos, los habitantes de Asia y América fueron los más sensibles a los escándalos financieros.

Los habitantes de Sudamérica fueron más propensos a desinvertir como consecuencia de los problemas relacionados con el cambio climático, en comparación con los inversores de todo el mundo.

Los inversores también esperan que cada vez más que se tomen medidas a nivel mundial para hacer frente al cambio climático. El estudio reveló que crece la presión sobre casi todos los actores globales clave -desde los gobiernos, las empresas e incluso los gestores de activos- para mitigar el impacto.

Casi tres cuartas partes de los encuestados (74%) están de acuerdo en que esta responsabilidad debe recaer en los gobiernos y reguladores nacionales, mientras que más de dos tercios (68%) atribuyen a las empresas la responsabilidad de hacer frente al cambio climático. Sin embargo, el mayor cambio en el sentimiento en los últimos cuatro años ha sido el creciente papel que se espera de los gestores de activos. Este porcentaje se iguala a nivel local, ya que el 77% de los inversores argentinos también piensa que esta responsabilidad debería recaer en los gobiernos y reguladores nacionales, mientras que el 70% cree que esta responsabilidad corre por parte de las empresas.

Un 53% de los inversores cree que los gestores de inversiones y los principales accionistas son responsables de mitigar el cambio climático, un porcentaje sustancialmente superior al 46% de 2020.