Defina Irazusta es coordinadora de Red de Innovación local (RIL), una asociación civil que trabaja con intendentes y gobiernos locales de todo el país ayudándolos a mejorar sus gestiones. Colaboran con 145 municipios del país de distintas provincias que acceden a través de una membresía, y les dan conocimientos y herramientas. A partir de eso les acercan un portal digital donde tienen compiladas todas las herramientas, como por ejemplo evaluarse en cada eje de política pública, un mapa de solucione locales para inspirar que están haciendo sus colegas, una sección de capacitación, y otra para conectarse con otras asociaciones del portal. También tienen un programa llamado “comunidades”, donde agrupan a funcionarios de distintos municipios que comparten el mismo tema, lo que da origen a comunidades de medio ambiente, de secretarios de hacienda, de modernización y desarrollo humano y de movilidad humana.
PRESENTE conversó con Delfina para conocer cómo desarrollan sus actividades en plena crisis sanitaria, qué respuestas ofrecen a sus miembros y cómo fue el impacto de la misma en sus labores diarias.
¿Qué acciones realizaron para ayudar a los gobiernos locales contra el Covid-19?
Aprovechando el valor de la Red, los primeros días que empezó el desafío de Covid lo que hicimos fue preguntar cómo estaba impactando. Nos contestaban que estaban poniendo en marcha el comité de crisis, otros nos decían que pusieron en marcha los planes de asistencia alimentaria, o que estaban analizando toda su sostenibilidad financiera y sus planes de inversión del año. También nos contestaron que estaban adaptándose y colaborando con las escuelas en la educación online. Lo interesante es que con todas estas respuestas de territorio lo que RIL terminó armando fue un cuadro integral de abordaje de Covid contemplando todas las dimensiones, algo que permite a los gobiernos locales ver qué cosas están haciendo y qué cosas deberían trabajar en las divisiones de organización interna, prevención y fiscalización, seguridad, y la detección de casos de Covid. Después hicimos un índice de auto diagnóstico para hacer un chequeo rápido sobre cómo está trabajando el municipio. Muchos gobiernos locales lo usaron en reuniones de gabinete para organizarse. Finalmente, otra iniciativa fue abrir nuestro mapa de soluciones locales, que era una de las dimensiones del portal que RIL ponía a disposición de sus miembros, y la convertimos en un bien público para que se pueda acceder a la información sobre qué hacen los gobiernos para enfrentar el Covid y otros ejes de política pública. Hoy ya hay subidos más de 500 casos y se convirtió en una fuente de consulta para varios gobiernos.
Otra cosa que hicimos fue poner en marcha tableros para los comités de crisis con dos ejes: seguimiento de casos sospechosos y el equipamiento de los centros de salud. Además, hicimos un documento con uno de los ejes que más preocupa a los municipios que es el tema de la digitalización, cómo seguir funcionando con sus servicios a pesar del contexto.
¿Cómo se vio modificada su actividad habitual y qué medidas tomaron para los colaboradores?
Somos una organización que ya venía trabajando con herramientas digitales y de generación de comunidad, entonces teníamos activas las comunidades digitales, con equipos en todo el país y muy acostumbrados a trabajar remoto. Trabajamos con herramientas de gestión moderna e innovadoras con lo cual nos fue muy fácil adaptarnos al nuevo contexto porque ya era un esquema de trabajo que veníamos haciendo. No sólo pudimos adaptarnos rápido, sino que también fortalecimos nuestras herramientas y las potenciamos.
Cuando empezamos con Covid, las comunidades estaban integradas por 300 funcionarios y hoy ya hay 400 funcionarios de distintos municipios, con lo cual se puso más en manifiesto la necesidad de colaborar e intercambiar conocimiento. Por esa razón estamos con un volumen de trabajo importante y contentos de estar aportando en que los aprendizajes vayan rápidamente de una ciudad a otra que es lo que todos necesitamos.