“Uno de nuestros mayores compromisos es el empleo joven”

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Guillermo Córdoba, Director General de Arcos Dorados Argentina, destaca la oportunidad que la compañía le brinda a los chicos del Barrio 31, de formar parte del equipo del primer McDonald´s del barrio.

¿Qué es la RSE para vos?

Para mí, esa responsabilidad social empresaria de la que todos hablan se refleja en la ética con la cual operamos a diario en todos y cada uno de los restaurantes que tenemos en la Argentina. Sabemos que impactamos de manera directa en las comunidades en las que estamos presentes y por eso brindamos oportunidades de empleo a muchísimos jóvenes que encuentran en McDonald’s la entrada al mercado laboral, lo que representa una proyección profesional en sus vidas.

¿Cuáles son las preguntas que se hace McDonald’s hoy como compañía?

Somos la franquicia máster más grande del sistema, y los retos son muchos. Permanentemente estamos revisando, viendo no solo cómo innovar, sino también cómo ser sustentables, cómo estar de acuerdo con las necesidades de las nuevas generaciones. Las nuevas generaciones vienen con una responsabilidad y un foco sobre el cuidado del planeta que las compañías deben comprender si desean perdurar y seguir creciendo. Esas son las preguntas de fondo que como compañía nos hacemos: ¿cómo estar aggiornados o actualizados con todo lo que se viene y con los cambios que se están sucediendo a nivel climático y a nivel planeta? Y cómo podemos colaborar para que eso tenga el menor impacto posible.

¿De qué se trata el libro Creatones. Protagonistas de la experiencia que vendrá?

Este libro fue lanzado hace tres meses y recopila lo acontecido durante un encuentro llamado Creatón que tuvo lugar en 2018 en Buenos Aires. Bajo la premisa de pensar cómo será el futuro del trabajo, logramos convocar a cerca de 350 jóvenes y 150 representantes de diversas instituciones. Fue un trabajo realizado en conjunto entre distintas empresas, chicos jóvenes y gente del Gobierno, entre otros, durante el cual estuvimos analizando cómo brindarles mejores oportunidades a los jóvenes para que logren una inserción laboral formal. Cabe destacar que, en la actualidad, el 25 por ciento de la población de nuestro país son chicos de entre 16 y 26 años, y cerca del 85 por ciento de los 17 mil empleados que somos en la Argentina está en ese rango etario. Si hacemos ese análisis a nivel global, en los 20 países donde operamos, somos cerca de 100 mil personas y alrededor de 78 mil tienen esa edad. Por otro lado, uno de cada tres líderes del management de la compañía empezó como crew [denominación con la que se conoce a los iniciados en la compañía, los que ejecutan todas las funciones operacionales básicas del restaurante]. Claramente somos una empresa que brinda permanentemente oportunidades de primer empleo; creemos que estar cerca de los chicos, ayudarlos en la preparación para la vida laboral es muy importante. Como compañía, uno de nuestros mayores compromisos es el empleo joven.

¿Cómo logran ese altísimo nivel de fidelización y ese espíritu de pertenencia que se puede apreciar en los crew?

El ambiente laboral de McDonald’s es muy sano. Estamos viendo e incorporando permanentemente beneficios para nuestra gente. Por ejemplo, me contabas que habías llegado antes a esta entrevista y me viste compartiendo mi almuerzo con una empleada del restaurante y conversando con ella. Bueno, eso no es una excepción, sino que es lo que suele pasar casi todos los días. Yo como cerca de cuatro veces por semana en el restaurante, aprovecho para conversar con los chicos y disfruto lo que hago, creo que todos los que estamos acá nos apasionamos por nuestro trabajo. Cuando a mí me preguntan cómo hago para durar tanto tiempo en la compañía, les digo que a lo largo de estos 27 años la compañía se modernizó, cambió y se reinventó. Entonces, ese devenir me hace sentir que he trabajado en distintos lugares todos estos años. Yo creo que las claves son el buen trato, la cercanía y una escucha activa, ser empático. Ese tipo de relacionamiento es el que generamos y el que generan nuestros jefes también con nosotros. Y es lo que hace que uno esté tanto tiempo en la compañía y siga disfrutándolo.

¿Cómo se adapta McDonald’s a los nuevos hábitos de alimentación saludable?

Siempre estamos viendo las calorías que componen nuestro menú. Hace tres meses aproximadamente, hicimos todo un cambio nutricional en la Cajita Feliz, adaptando el menú para que no contenga más de 600 calorías. Nosotros contamos con distintos segmentos y diferentes tipologías de alimentos que vendemos. Tenemos nuestro centro de postres con helados de diferentes sabores, los McCafé (+60), donde ofrecemos distinta variedad de cafetería, pastelería, smoothies y bebidas frías. Y en lo que es la comida típica nuestra, las hamburguesas, siempre estamos viendo de innovar en el producto. Hace dos años lanzamos la línea Signature, que son nuestros combos premium; también tenemos ensaladas. Fuera de la Argentina también vendemos unos wraps de vegetales.

¿Cómo es el proceso de certificación de la cadena?

Nos caracterizamos históricamente por mantener altísimos estándares de calidad, cuidando la cadena de distribución y la de valor en cada una de sus etapas. Nuestros proveedores reciben certificaciones internacionales y nosotros también trabajamos con algunas certificaciones como el FSC para la parte de plásticos y embalajes. Con el café, nuestro proveedor argentino Cabrales logró la certificación de Rainforest. En Brasil hemos obtenido una certificación por la utilización de huevos producidos por gallinas que no están enjauladas. Es el primer proveedor de huevos de Brasil y uno de los más importantes de Latinoamérica. Estas son tendencias que se van a ir extendiendo por el continente.

¿Cómo surgió la idea de abrir un restaurante de McDonald’s en el barrio 31?

La verdad que el proyecto del Barrio 31 surgió hace un tiempo. Los líderes de la compañía visitaron la zona y vieron una oportunidad de tener un restaurante ahí, porque es un barrio que alberga a 40 mil personas. Tenemos en Patio Bullrich, en Puerto Madero y otro sobre Florida, pero ninguno en esa zona de Retiro. Y nos pareció interesante el proyecto, además por cómo se estaba urbanizando e integrando esa población dentro de la organización de la ciudad de Buenos Aires. Así que lo vimos como una enorme oportunidad. Empezamos a buscar el mejor lugar y así llegamos a un espacio que era un depósito de mercaderías perteneciente al supermercado Coto. Nuestro restaurante da trabajo a cerca de cien empleados, de los cuales cerca de 80 son chicos del barrio, y de ellos seis ya estaban trabajando en otras sucursales.

¿De qué manera incentivan la capacitación o la formación de estos jóvenes?

Nosotros tenemos un programa de acompañamiento para cada uno de los chicos que entra en la compañía. Para nosotros es muy importante que ellos puedan continuar con sus estudios y recibirse, por eso ofrecemos una asignación de horas que permite bastante flexibilidad a los crew. Además, tenemos un grupo de entrenadores que van guiando a los chicos en su carrera, incluso organizamos talleres para quienes poseen dificultades con alguna materia del colegio. Son los gerentes los que muchas veces brindan esa suerte de apoyo escolar. Resulta clave que los chicos puedan desarrollarse laboralmente con nosotros y que nosotros podamos ser parte de la educación de ellos.