Kellogg: Niños argentinos se beneficiarán con 31.500 desayunos para luchar contra el hambre

588

811 millones de personas padecen hambre en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y 132 millones enfrentan inseguridad alimentaria y nutricional debido a la pandemia de COVID-19.

El organismo de la ONU resaltó que cerca de 2.000 millones de personas carecen de suficientes vitaminas y minerales, haciendo que millones de niños padezcan algún tipo de desnutrición.

Ante este flagelo, la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación toma mayor relevancia, al buscar que se genere una consciencia colectiva sobre la problemática de seguridad alimentaria que padecen millones de personas, la reducción del desperdicio de comida y la movilización de diferentes sectores sociales en torno a la lucha contra el hambre.

En Argentina, la compañía Kellogg y Red de Bancos de Alimentos de Argentina beneficiarán a 300 niñas y niños con el apoyo de los Bancos Alimentarios de La Plata y Rosario, entregando 31.500 desayunos para ayudar con el aporte de nutrientes claves. Además, de realizar capacitaciones a las entidades beneficiarias sobre la importancia de una alimentación saludable y sus beneficios.

“Gracias al trabajo conjunto con aliados sociales, implementamos programas de alimentación infantil que buscan luchar contra el hambre en Argentina, y así avanzar en nuestro compromiso de alimentar a 375 millones de personas a nivel global para 2030”, dijo Alejandro Ortega, Gerente General de la Región Pacífico de Kellogg.

De hecho, la multinacional y la Fundación para el Desarrollo de Tucumán impulsan iniciativas de producción artesanal de dulces con calidad diferenciada, que, a través de la capacitación de personal y
la adopción de altos estándares de calidad para acceder a nuevos mercados, busca incentivar el crecimiento económico de las familias y la región.

“Por más de una década, a través de nuestro programa ‘Mejores Días’, hemos enfocado nuestros esfuerzos en combatir la desnutrición infantil, cuidar el medio ambiente e impulsar el bienestar y la inclusión”, comentó Ortega.

La perspectiva regional

En otras latitudes del continente, la multinacional adelanta estrategias para reducir la inseguridad alimentaria en la primera infancia y a promover desarrollo económico comunitario mediante la
estructuración de proyectos productivos basados en la elaboración de alimentos.

“Creemos en una región con igualdad de oportunidades y de crecimiento. Por eso, estamos comprometidos en ayudar a combatir el hambre y luchar contra el desperdicio de alimentos al fortalecer nuestra cadena de producción”, agregó Ortega.

En Colombia, por ejemplo, ante la crisis generada por la COVID-19 y para satisfacer el aumento de la demanda, la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Ábaco) y Kellogg ampliaron la capacidad de su operación al llegar a 3 millones de personas y registrar un aumento del 391% en número de
beneficiados respecto a 2020. Este resultado se alcanzó gracias a donaciones en efectivo realizadas por aliados sociales y la compañía.

Por su parte, en Ecuador, se lleva a cabo el programa social Desayunos para Barrigas Contentas, que tiene el propósito de proveer desayuno nutritivo que ayude a un adecuado desarrollo fisiológico en los 300 niños y niñas de 4 instituciones sociales adscritas a la red de beneficiarios del Banco de Alimentos Diakonía, con el apoyo de socios estratégicos como el Grupo Bimbo.